¿Y por qué este título? Si tienes Windows (si no, eso que te ahorras), compruébalo yéndote a tu carpeta de Fuentes (que no se debería llamar así, pero esa es otra historia) y abriendo cualquier archivo, casi al azar. Te saldrá o bien un texto extraño en inglés sobre grajillas y esfinges de cuarzo, o bien esto, con cigüeñas saxofonistas incluidas. Que aunque parezca una tontuna, tiene sentido: en esa frase están todas y cada una de las letras que se usan en castellano, incluyendo vocales acentuadas y hasta la u con diéresis. Todo nuestro idioma, desde Berceo hasta Eduardo Mendoza, desde Cervantes hasta Camilo José Cela, desde Lorca hasta la Pantoja, cabe en un murciélago hindú que comía cardillo y kiwi, y sin embargo era feliz.
|
La gracia del tema es que no voy a darle nada de publicidad. No me apetece. Ni voy a escribir siguiendo ningún tipo de convención para que sea más fácil de "localizar en los buscadores". Si aparece, bien, y si no, también, y que les den a los expertos en SEO. Apelo a lo brillante que es el nombre escogido, que sale en los ordenadores del 80% de la humanidad hispanohablante, para que el público venga solo, y si no viene, ellos se lo pierden. Sí, como estrategia de marketing es una mierda. Dime alguna otra que no lo sea.
Y como no le voy a dar publicidad, tampoco voy a presentarme a mí mismo, entre otras cosas porque dudo que te importe lo más mínimo quién soy. De hecho, ni mis más allegados saben que estoy escribiendo esto. Ya estoy metido en otras movidas que intento promocionar sin demasiado éxito (sois así de ingratos, gentuza), así que quiero ver hasta dónde salpican mis pajas mentales sin mover un dedo por ellas. Lo llamaría "experimento sociológico", pero eso mismo dijo en su momento la Milá de Gran Hermano y así estamos ahora...
¿Todavía sigues ahí? ¡Venga, a dormir, que se acabó la función por hoy!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opina, que es gratis.